El IBA pertenece a la clase de auxina de los reguladores del crecimiento de las plantas que promueven la organogénesis y el crecimiento de las raíces, inducen la formación de callos, forman raíces adventicias, ayudan a regular el gravitropismo y el fototropismo, y pueden inducir la embriogénesis. IBA también es endógeno a plantas como IAA (Epstein y Ludwig-Müller, 1993) y es la auxina nativa más comúnmente utilizada en la micropropagación comercial.
• Promueve el enraizamiento: El AIB es ampliamente utilizado en horticultura y jardinería para estimular la formación de raíces en esquejes y estacas. Al aplicar AIB en el extremo cortado de una rama, se induce la producción de nuevas raíces, lo que facilita la propagación de plantas.
• Acelera el crecimiento radicular: Además de promover la formación de raíces, el AIB también acelera su crecimiento, lo que resulta en plantas más vigorosas y saludables.
• Induce la formación de callos: Los callos son masas de células indiferenciadas que se forman en el sitio de la herida. El AIB estimula la formación de callos, lo que es esencial para la cicatrización de las heridas y la regeneración de tejidos.
• Regula otros procesos fisiológicos: El AIB también influye en otros procesos fisiológicos de las plantas, como la dominancia apical, la abscisión de hojas y frutos, y la elongación celular.
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